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Glorificando al Padre

Un pensamiento corto.

¿Recuerda estas palabras de Jesús?

Jn 15:8
En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.

Por mucho tiempo yo entendí esa frase como que el Padre recibía alabanza (o gloria) cuando sus hijos le obedecían. Como si nuestro andar en Su Voluntad agregara brillo a la gloria que Él ya tiene.

Hasta que un día consideré con más detalle acerca de la gloria de Dios y me dí cuenta que la gloria de una persona no equivale a su FAMA. La fama de alguien crece cuando por diferentes razones otras personas lo ensalzan y lo siguen. Es como un manto con que los demás lo visten. Pero con la gloria es al revés,... ¡la gloria la irradia desde su interior quien la tiene!

Lo que Jesús dice es que quienes se nieguen a sí mismos para hacer la voluntad del Padre, estarán ¡mostrando al Padre, pues Su gloria se irradiará a través de ellos!

Jn. 14:9
"Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta"...

Eso es lo que Jesús hacía.

Y el Señor le respondió:

Jn. 14:9
"¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe?
El que me ha visto a mí, ha visto al Padre."

"El discípulo no es más que su maestro..." (Mt. 10:24), ¡pero somos llamados a ser como Él!


Y yo aprendí que la obediencia a Su Voluntad no es para agregarle fama.

Es para permitir que Él sea visto.